Según la encuesta del SNIS (Sistema Nacional de Información Sanitaria) de 2020, Brasil desperdicia el 40% de toda el agua tratada del país debido a una distribución ineficiente. Una cifra alarmante, ya que el agua potable es un bien vital y cada vez más escaso.
Ante este escenario, reducir la pérdida de agua en sus operaciones es un deber de todas las empresas. En primer lugar, porque se trata de un recurso fundamental para garantizar la calidad de la vida humana y la sostenibilidad de las actividades productivas en el planeta.
Pero también, porque la adopción de comportamientos respetuosos con el medio ambiente es fundamental para mantener a las organizaciones alineadas con la agenda ESG, y ahorrar agua es sinónimo de reducir los costos para la empresa.
En este contenido, detallamos cómo su empresa puede implementar estas siete acciones que contribuyen a la reducción de la pérdida de agua:
Mapear la forma en que se consume el agua y cuáles son los puntos críticos de pérdida de este recurso es el primer paso para evitar el desperdicio en la empresa.
Con este mapeo, es posible sectorizar el consumo, establecer metas e implementar acciones que puedan ayudar a reducir la pérdida de agua en todos los procesos de la organización.
La medición y el monitoreo del uso del agua son fundamentales para identificar los puntos críticos de consumo y desperdicio. Al implementar un sistema que mide y monitorea cómo se gasta el agua, es posible identificar las fugas y los residuos en tiempo real y tomar medidas para corregir y prevenir estos problemas.
El uso eficiente del agua es esencial para reducir la pérdida de este recurso. Acciones sencillas, como instalar grifos con temporizador, controlar si hay fugas e implementar programas de mantenimiento preventivo, ayudan a reducir el desperdicio y pueden afectar positivamente a las cuentas de la organización.
Los grifos y tuberías que gotean, las rejillas y las válvulas que gotean pueden provocar un gran desperdicio de agua y, por lo tanto, es fundamental realizar un mantenimiento periódico de estos equipos y, siempre que sea necesario, reemplazar los que ya no son eficientes.
Optar por reemplazar los grifos antiguos por artículos más modernos, por ejemplo, puede reducir hasta un 75% la pérdida de agua, debido a la tecnología de aireadores.
No contaminar los ríos y el suelo es un deber legal de las empresas, y el tratamiento de los efluentes es una forma de cumplir con esta obligación.
Al invertir en el tratamiento de aguas residuales, la empresa puede devolver a la naturaleza hasta el 80% del agua consumida, y esta práctica se combina con la reducción del consumo y los gastos a largo plazo.
La reutilización del agua es una práctica sostenible fundamental para reducir la pérdida de este recurso en las empresas. El agua utilizada en algunos procesos de producción puede tratarse y utilizarse en otras etapas de la operación, lo que reduce el consumo y la cantidad de efluentes generados.
El método de reutilización del agua puede ser simple o complejo, según la inversión realizada y las condiciones del recurso hídrico para una reutilización saludable. Algunos ejemplos de ello son:
Implementar programas que eduquen sobre el uso consciente y la gestión sostenible del agua es fundamental para tener éxito en la reducción del consumo de este recurso, por lo que las empresas deben invertir en este tipo de iniciativas.
Las campañas internas pueden hacer que los empleados adopten hábitos sencillos que tienen un gran impacto en el ahorro de agua, como cerrar el grifo mientras se lavan las manos y se cepillan los dientes, y también son indispensables para transformar la cultura corporativa, a fin de presentar a los equipos valores relacionados con el uso racional de los recursos naturales.
Ahora que conoce las buenas prácticas que ayudan a reducir la pérdida de agua en su empresa, lea también nuestro contenido que muestra cómo tratar correctamente los efluentes industriales y garantizar que su empresa esté alineada con los mejores comportamientos de responsabilidad ambiental.