La gestión de residuos es un tema cada vez más importante en las organizaciones, tanto desde el punto de vista ambiental como económico. Además, este trabajo está fuertemente relacionado con la imagen de la empresa ante los inversores y los consumidores.
En este artículo abordaremos cinco prácticas esenciales para optimizar los procesos y reducir la generación de residuos. Échale un vistazo:
El primer paso para una buena gestión de los residuos es identificarlos y clasificarlos según sus características y particularidades:
Son aquellas que ya no son de utilidad para la empresa y deben desecharse. Se pueden dividir en:
Son aquellas que tienen una fase líquida predominante y se pueden dividir en:
Generados por la quema de combustibles y la actividad industrial, estos residuos pueden tener un impacto negativo en la salud humana y el medio ambiente. Entre ellos, podemos mencionar:
Otra práctica esencial para la gestión de residuos es analizar la legislación ambiental actual y verificar qué medidas deben tomarse para evitar posibles sanciones y multas. Entre las principales disposiciones legales brasileñas relacionadas con el tema, destacamos las siguientes:
La implementación de métodos de reciclaje y reutilización contribuye a la preservación del medio ambiente y también puede generar ahorros para las organizaciones, reduciendo la necesidad de comprar materias primas y la eliminación de residuos. Estas prácticas están relacionadas con los conceptos de economía circular y logística inversa.
El reciclaje consiste en la transformación de los residuos en nuevos productos o materias primas, mientras que la reutilización hace referencia a la reutilización de los residuos en otros procesos de producción.
La reutilización del agua, por ejemplo, ahorra agua potable y minimiza los impactos ambientales derivados de la recolección y eliminación de los recursos hídricos.
Los procesos de producción se pueden optimizar mediante la adopción de medidas dirigidas a la eficiencia energética y la reducción de residuos. En el caso específico del tratamiento de aguas residuales, la aplicación de tecnologías más eficientes y menos contaminantes puede reducir significativamente el impacto ambiental.
Además, la concienciación de los empleados es fundamental. Es necesario fomentar prácticas como la separación de los residuos, la reducción del consumo de energía y agua y el uso de materiales menos contaminantes.
Por último, la elección de los proveedores adecuados es fundamental para la gestión de residuos. Sus socios comerciales deben estar alineados con las buenas prácticas ambientales e implementar las medidas adecuadas en sus propias operaciones, por lo que es importante establecer criterios de selección. Compruebe que el proveedor:
Los inversores también han utilizado estos criterios para dirigir los recursos a empresas sostenibles. Para obtener más información al respecto, consulta nuestro artículo sobre el concepto ESG y cómo implementarlo.