El término ESG (ambiental, social y de gobierno) está ganando cada vez más espacio en el mundo corporativo y está fuertemente relacionado con la búsqueda de prácticas sostenibles. En este artículo, hemos recopilado la información principal sobre el tema. Comprenderá mejor el concepto, sus implicaciones en el mercado y cómo implementar sus prácticas en una organización. ¡Compruébalo!
El término ESG apareció en la década de 2000, cuando el Pacto Mundial de las Naciones Unidas lanzó los llamados «Principios de inversión responsable». La idea es establecer un equilibrio entre la búsqueda de beneficios y los aspectos sociales y ambientales. En los últimos años, el concepto se ha convertido en una referencia para evaluar el desempeño de las empresas con respecto a la sostenibilidad.
Las prácticas de ESG están vinculadas a cada uno de sus pilares, que explicaremos a continuación:
Las prácticas ambientales ESG se asocian a otros tres términos esenciales en lo que respecta a la sostenibilidad:
la huella de carbono, que mide la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos como resultado de las actividades de una organización;
la gestión de residuos, relacionada con prácticas como el reciclaje de materiales y el tratamiento de efluentes;
la economía circular, que tiene como objetivo reducir los residuos y promover el uso eficiente de los recursos naturales.
Los aspectos sociales se refieren al impacto que una organización tiene en la sociedad y la comunidad en la que está insertada. Sus preocupaciones incluyen:
el respeto de los derechos humanos;
El tercer pilar de los criterios ESG es el gobierno corporativo, que hace referencia a la estructura de gestión y toma de decisiones de la empresa. Afecta directamente a la definición de los objetivos y a la forma en que la organización es responsable de sus acciones. El buen gobierno corporativo implica:
Una encuesta publicada en 2022 por la Confederación Nacional de la Industria (CNI) mostró que los consumidores brasileños están cada vez más preocupados por el origen de los productos y servicios que consumen.
Según la encuesta «Retratos de la sociedad: hábitos sostenibles y consumo consciente», el 74% de los entrevistados se declararon conscientes del medio ambiente.
Además, los inversores también reconocen que las empresas con prácticas sostenibles tienen más posibilidades de éxito a largo plazo. Por este motivo, muchos de ellos incorporaron los criterios ESG en sus análisis.
Esta línea de pensamiento también está muy presente en el mercado laboral. La generación Y, formada por personas nacidas entre 1980 y 1995, está más interesada en las empresas comprometidas con causas importantes y socialmente responsables.
La implementación de ESG debe verse como un proceso de mejora continua, un concepto clave en la gestión de la calidad. En general, las etapas de este trabajo son consistentes con las buenas prácticas propuestas por la norma ISO 9001. Son:
En esta etapa, la empresa debe definir los objetivos que desea alcanzar y trazar una estrategia clara para alcanzarlos. Todos los empleados deben participar en este proceso. La prioridad en este momento es identificar qué prácticas ESG ya se han adoptado y cuáles deben iniciarse.
En la fase de ejecución, la organización debe implementar las acciones definidas en la planificación. Esto puede implicar tareas como:
implementar políticas de sostenibilidad;
impartir formación a los empleados;
adoptar tecnologías más sostenibles en el proceso de producción.
Es importante valorar la transparencia sobre las acciones que está tomando y comunicar claramente sus objetivos y avances.
Es importante monitorear y evaluar regularmente el progreso del proyecto utilizando indicadores de desempeño. Entre ellos, podemos mencionar:
Con base en los indicadores monitoreados, es posible identificar oportunidades de mejora e implementar ajustes a la estrategia. Es importante estar siempre abierto a los cambios y adaptar las acciones a las nuevas tendencias y desafíos del mercado.
Cabe señalar que la implementación de ESG no debe verse como un proyecto aislado. Debe ser una parte importante de la estrategia de la empresa y estar alineada con otros objetivos empresariales.
También es fundamental entender la importancia de los proveedores en este proceso de adaptación. Como la cadena de suministro es una parte fundamental, la empresa debe elegir socios comerciales que estén igualmente comprometidos con el concepto de sostenibilidad.
Esto permitirá el desarrollo de soluciones innovadoras para procesos y productos, aumentando la eficiencia operativa y reduciendo los costos a largo plazo.
En este contexto, uno de los principales desafíos es optimizar el uso de los recursos hídricos. Para profundizar en el tema, ¡consulte las 6 medidas de conservación del agua que su empresa puede tomar hoy mismo!